Para nadie es un secreto que una identidad o, más general, una cultura, nunca está acabada; siempre está en contacto con factores que la hacen mutar, ya sea drástica o levemente. La literatura refleja los procesos culturales del medio donde se produce, por ello mismo está en constante cambio.
Desde la colonia han aparecido ciertas tendencias independentistas (empezando por el criollismo, llevándose a cabo en las luchas de independencia y polongándose con movimientos como el indigenismo y el regionalismo hasta llegar a nuestros días) que han buscado establecer una diferencia entre el ser europeo y el americano; esta búsqueda está fraguada en la literatura, que también está en una búsqueda de originalidad.
El presente trabajo es relevante en cuanto da cuenta del proceso de esta búsqueda de una identidad dada por negación respecto a otras "identidades", que ayuda a comprender la cultura latinoamericana actual y da las pautas para saber hasta qué punto se puede hablar de un estilo original de América Latina.
Estos problemas están subyacentes en el estudio de La invención de América en Carlos Fuentes; siendo este último uno de los escritores representantes de la literatura latinoamericana (y por ende de su cultura), y tomando en cuenta que La invención de América se produjo desde el primer contacto de europa con este continente y no se ha dejado de producir desde entonces, ya sea por los europeos, los norteamericanos y hasta los mismos latinoamericanos.
En pocas palabras este trabajo tiene su relevancia en cuanto nos muestra la invención que produce Fuentes, tanto de la cultura latinoamericana, como de su literatura; invención que es vendida exitosamente en la mayor parte del mundo.
